Después de algún traspiés algún color dibujará lo que hace falta para estar de nuevo en pie y no perder fuerza :)
Oh lalá

jueves, 9 de agosto de 2012
sábado, 4 de agosto de 2012
Stop
(...)¿Por qué stop? Por miedo de empezar las
fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro
estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y
resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general:
te amo. Así viven muchos amigos
míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del
amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la
palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha
gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se
pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte l o s h u e s
o s y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen
porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no
se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de
un concierto. (...)
Fragmento de Rayuela. Julio Cortázar.
Capítulo 93
(...) Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver. (...)
Fragmento de Rayuela. Julio Cortázar.
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